Las voces del futuro
LAS VOCES DEL FUTURO Me hallaba yo una cálida tarde de mayo dando clase de matemáticas en el centro donde, por aquel entonces, trabajaba. Era un jueves a última hora y mis alumnos, como de costumbre, se encontraban más revolucionados de lo que debían. Sus inquietos dedos tamborileaban sobre los pupitres, mientras pequeñas notitas volaban de un lado a otro de la clase bajo mi perspicaz mirada. Bendita adolescencia…, pensaba. En un momento dado, me giré para escribir las cuentas en la pizarra, tratando de recuperar la atención de aquellos pocos que se esforzaban por entender lo que explicaba. De repente, un grito consternado me hizo darme la vuelta. -¿Pero se puede saber qué…?- No llegué a terminar la frase. Encaramada al alfeizar de la ventana se encontraba una de mis alumnas más brillantes: Sara. Una de sus manos se agarraba, insegura, al marco de la ventana mientras su mirada apuntaba al suelo. Aún al recordar ese momento se me sigue poniendo la piel de gallina. -Sara…- Le d